Por: MVZ Jorge Perea | Coach en Producción
“El Optimista Siempre tiene un Plan.”
“El Pesimista Siempre tiene una excusa”
Todas las empresas consideran siempre tener imprevistos, tanto internos como externos.
Los administradores hacen su Planeación basados en Tendencias que, si bien son muy precisas, frecuentemente deben alinearse con la realidad, realizando ajustes dentro de un rango previamente establecido. Este es el diario trabajo del administrador.
Sin embargo, sabemos que, al trabajar en granjas con seres vivos y a que dependemos en gran medida del personal para realizar labores tan importantes y detalladas como la inseminación artificial, las variables se incrementan considerablemente.
El 2020 y 2021, se caracterizaron por reafirmar este concepto, debido a que tuvimos, tenemos y seguiremos teniendo bajas por enfermedad e incluso muerte de empleados por Covid -19.
Seguramente nadie había pensado esto antes, porque es una variable externa que estaba fuera de nuestro radar y nos hizo reaccionar tomando decisiones improvisadas. Con esto no quiero decir que fueron malas o buena decisiones. Simplemente que debimos tomarlas al vuelo, como vienen y eso nos acerca a cometer errores.
Los Factores Externos pueden tener más impacto y un efecto de largo plazo. Otro ejemplo es el reciente incremento de las materias primas y después puede ser el nivel adquisitivo, el incremento o decremento de inventarios, Peste Porcina Africana entre otros.
Estos son solo unos ejemplos de las diferentes circunstancias que pueden afectar nuestra producción, y pudieran ser diferentes si nos anticipamos teniendo un “Plan B”.
Sé que fue dificil pensar los alcances que tomaría esta Pandemia, los efectos adversos en granjas y en la economía de países enteros, pero ya hemos tenido pandemias antes, hemos tenido Guerras, depresiones, crisis, enfermedades devastadoras, terremotos, inundaciones, huracanes… entonces ¿Dónde queda la previsión del administrador?
La tarea de los responsables de la Planeación es siempre considerar tres escenarios de trabajo.
El Escenario Optimista: Es donde todo sale a la perfección y se logran las metas establecidas al 100 % incluso más.
El Escenario Realista: Es donde las cosas salen bien, de acuerdo con el plan establecido, considerando las variables y sabiendo que se hizo lo que se pudo, normalmente se logra el 80 % del plan.
El Escenario Pesimista: Es donde suceden las catástrofes, en gran medida por factores externos, pero que llevan a cometer errores internos y los resultados siempre son negativos.
Los encargados de granjas deben estar atentos también a diferentes escenarios, un poco más cotidianos, pero que finalmente son los que estan en nuestras manos trabajar y hacer algo al respecto.
La Bioseguridad depende del encargado de granja, pero a veces sucede que se termina el desinfectante, o se descompone el arco sanitario, o algo mas común, no hay gas, para que los empleados se bañen con agua caliente, y NO hay un “Plan B” por lo que solamente nos encogemos de hombros y rompemos la Bioseguridad, argumentando que no hubo las condiciones necesarias para que se realizara la actividad. Pero como este ejemplo hay más, y muy variados.
Se descompone la Hidro lavadora, y no se termino de lavar el cuarto de maternidad.
Falta el inseminador, porque lo dejo el camión, y es el día más pesado de servicios.
No llega la orden de semen, porque hubo mucho tráfico.
Se descompuso el conservador de semen y hoy llegan las dosis.
Se fue la luz y no hay agua.
Se fue la luz y no funcionan los extractores.
Se tapó el drenaje, y no se puede lavar.
Llovió mucho, y se inundó la maternidad.
Se atascó la jaula de las ventas.
¿Te suena conocido?
Ante este tipo de situaciones tan cotidianas y que estoy seguro las han padecido mas de uno en sus granjas, no hemos pensado en el “Plan B” y muchas de las decisiones que tomamos son apresuradas y mas susceptibles de caer en el error.
Septiembre es el mes de las Planeaciones en las empresas porcinas, ya que los servicios que se realicen en octubre serán los partos de enero, y por tanto es el momento de pensar en todas las posibilidades que pueden impedir que lleguemos a la meta del siguiente año.
Tenemos 20 semanas de grupos formados, y sabemos perfectamente donde tenemos huecos, y también conocemos nuestro inventario de reemplazos, sin embargo, esperamos hasta la semana de servicios, para preguntarnos cuantas hembras conformarán nuestro grupo.
Como dice la frase inicial, el Optimista siempre tiene un Plan, y el Pesimista siempre tiene una excusa. Hemos sido muy buenos argumentando excusas, pero debemos ser mejores anticipándonos a las cosas. Entraremos en épocas de vacas flacas, una nueva crisis mundial nos afectará, por ingredientes costosos, y precios de venta muy bajos, por lo que los márgenes no darán cabida a errores humanos
La Planeación Optimista debe considerar primero los puntos más básicos, sin pasar por alto ninguno, seamos detallistas, y previsores, de eso dependerá la sobrevivencia de nuestra empresa.
Puedes comenzar haciendo un listado de lo que te salió mal el año pasado, y revisar donde faltó la previsión. La mayoría de los problemas son cíclicos y seguramente los encontrarás el siguiente año.
Anticípate a los problemas y genera tantos “Planes B” como sean necesarios. Habla con tu administrador sobre lo que le faltó prevenir a él con respecto a los Factores Externos y hagan la Planeación en conjunto.
El Método del Fénix de Ian C. Woodward y V. Padmanabhan, nos habla de realizar una sesión con miembros importantes del equipo, para pensar en todos los Factores Internos y Externos que pueden matar a nuestra empresa. Las sesiones son largas y quizá fantasiosas, porque se expresan cosas que pueden estar fuera de la realidad, y que son muy poco probables, pero de eso se trata esto. Gracias a este análisis tan minucioso, se puede elaborar un “Plan B” muy completo y poder prevenir antes que la empresa se vea afectada seriamente, manteniendo los resultados en nivel realiza y optimista. Los resultados pesimistas nunca son viables, debido a que deben ser completamente predecibles.
EL TIP: “Plan B” no significa un escape, ni una excusa, debe ser una ruta alterna perfectamente definida para buscar el objetivo cuando el “Plan A”, no fue posible. La Meta y el Objetivo deben seguir siendo alcanzables.
Planea tu Trabajo y Trabaja tu Plan. Saludos.
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